SED IMITADORES DE DIOS.

EFESIOS 5:1-5

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.

Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.

Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

Introducción.-

En este tiempo con mayor intensidad las modas, la música, la cultura, se encuentra en su apogeo y son reproducidos de manera exacta por nuestra sociedad.

Conceptualización.-

  • Imitar es copiar, repetir, reproducir.
  • Actuar, comportarse o hacer algo a semejanza de otra persona.
  • Reproducir [una cosa o persona] de forma exacta o muy semejante  a determinada cosa o característica.
  • Ejecutar algo a ejemplo o semejanza de otra cosa.
  • Dicho de una cosa: Parecerse, asemejarse a otra.
  • Hacer o esforzarse por hacer algo lo mismo que otro o según el estilo de otro.
  • Imitar gr. Copiar de cerca, repetir las acciones, el comportamiento y los modales.

Imitador es la palabra griega mimetés, de donde viene nuestra palabra mimo o mímica.

De hecho, así es como aprendemos y hemos aprendido lo que sabemos, algunas veces solo viendo, otras estudiando aquello que queremos dominar y viendo aquellos que dominan el área.

Esta orden de imitar se convierte en un desafío para los creyentes del siglo 21;

Solo el creyente pesimista dirá que es imposible.

El imitar a Dios es el mayor estándar de calidad.

Al imitar adquirimos el parecido de quien imitamos.

Imitar a Dios debe ser el objetivo de todo cristiano, de alguien que ha comprendido su identidad en Cristo.

El apóstol Pablo usa el verbo “ser” en presente imperativo es decir, que nos indica una orden que debe ser cumplida todo el tiempo y en todo lugar.

La imitación a Dios no es una obra de un día, un momento; sino todos los días y en todo lugar.

No imitemos a Dios solo en la iglesia, o en la reunión de evangélicos, sino que debemos imitar a Dios en el trabajo con personas que no conocen de Dios; en el negocio siendo honesto, con mis amigos cuidando mis acciones, en la calle, en la ciudad, en el mercado, etc. Todavía se debe imitar a Dios.

RAZON PARA IMITAR A DIOS.-

La razón de imitar a Dios es porque somos amados.

Yo quiero parecerme a Cristo, vamos a imitar a Dios porque él es nuestro Padre.

Imitad a Dios como hijos amados, no como alguien que no es querido, o alguien que es despreciado por su padre no va jamás a querer parecerse a él, pero cuando un hijo es amado querrá tanto como sea posible parecerse a su padre.

Todos sabemos que Dios nos ama, tanto que envio a su Hijo a morir por nosotros en la cruz del calvario, te ama tanto que no espero que lo ames, nos ama tanto que siendo aun pecadores Cristo murió por nosotros, entonces si tenemos a un Padre que nos ama, vamos a imitar a nuestro Padre.

Repita: “Mi Padre me ama, quiero parecerme a el. Dios me ama y voy a imitarlo.”

¿Cómo podemos "imitar" a nuestro Padre?

Dejemos esto claro que "imitar a Dios" no tiene nada que ver con tratar de merecer la vida eterna. Tiene que ver con nuestra santificación. Nosotros estamos  creciendo en santidad. El ejemplo supremo de esta idea de imitar a Dios es en la vida de Jesucristo.

Efesios 5:2 explica cómo el creyente debe imitar a Dios. Nosotros debemos "Andad en amor."

Para ampliar este verso debemos tomar lo que dice el capitulo 4 versiculo 32.-

Efesios 4:32.- Antes sed benignos (bondadosos) unos con otros, misericordiosos (compasivos), perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

EJEMPLOS Y RESULTADOS DE IMITAR.-

1 Tesalonicenses 1:6.-7

Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.

Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído.

Fue la imitación a los apóstoles y al Señor que los llevó a convertirse en ejemplo de todos los que habían creído de Macedonia y Acaya.

Es muy importante comprender que la imitación al Señor le vuelve ejemplo de alguien más; y por ende imitan de manera intrínseca al Señor.

Por eso Pablo dijo: sed imitadores de mí así como yo de Cristo.

1 Tesalonicenses 2:14.- 16

Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido de los de vuestra propia nación las mismas cosas que ellas padecieron de los judíos, los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos expulsaron; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, impidiéndonos hablar a los gentiles para que éstos se salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo.

La iglesia de Tesalonica no imitaba a cualquiera, no al mundo, sino a otra iglesia, la iglesia de Dios.

Hebreos 6:11-12

Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.

La orden de imitar aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas, no solo a los que han creído sino a los que han visto el cumplimiento de las promesas de Dios.

 

Conclusión.-

¿Qué estás haciendo para ser como Dios?